Para ser utilizada por todos vosotros; ¡la ilusión que me hace es inmensa!
Cuando me mandáis vuestras fotos, o las veo publicadas en vuestros perfiles de redes sociales, en vuestros blogs y páginas web, contando con mis piezas de cerámica hechas a mano como uno de los elementos de la composición, es cuando más contenta me pongo. Me encanta saber que los que adquirís mis piezas las utilizáis con cariño, las colocáis decorando en bonitos lugares de vuestras casas y cocinas, presiden fantásticas mesas a las que os sentaréis solos o acompañados… pero si además puedo verlo en vuestras fotos mi satisfacción es máxima.
Muchos me mandáis fotos cuando recibís vuestros pedidos, y algunos cuando ya les dais uso. Y por eso a todos os quiero dar las gracias desde aquí, porque ese es el destino de cada una, llegar a vuestros hogares y a vuestros corazones.
No termino de dejar de sentir apego por cada una que envío, es una sensación extraña, de no querer dejar ir… porque sé que son absolutamente irrepetibles cada una. Siempre podrán ser parecidas unas a otras, pero jamás iguales, por lo que cada vez es un adiós para siempre.
Por eso nunca dejaré de pediros fotos (normalmente en silencio y para mis adentros, para no ser pesada), quiero que sepáis que me hacen feliz.
Y hablando de fotos, me gustaría compartir con vosotros (esta vez soy yo) unas que hoy me han hecho especialmente feliz; no porque se hayan publicado en una gran revista como TELVA, de la mano de su Escuela de cocina y de la estilista María Silva, ni porque otras que me hayáis mandado muchas veces no sean más bonitas que estas… pero reconozco que hoy me ha hecho una enorme ilusión que, en un año y medio que llevo con mi pequeño proyecto, esta gran editorial se haya fijado en mi trabajo con la cerámica artesanal. ¡Mil gracias de corazón!
Gracias de nuevo a todos, y no dejéis nunca de mandarme vuestras fotos.